La reducción de su hábitat y las superticiones pusieron al borde de la extinción al Aye-aye, un primate de la familia de los lemueres que solo se encuentra en la Isla de Madagascar.
De 40 centímetros de largo, con una cabeza porporcionalmente más grande que su cuerpo y una larga cola, estos animales se alimetan principalmente de larvas de insectos que se encuentran dentro de los troncos de los árboles.
El Aye-aye, que además es conocido por ser el primate nocturno más grande, tiene una población muy pequeña, que hoy en día corre el peligro de desaparecer debido a la tala de árboles ilegales y las creencias de los pobladores de la isla, que creen que el animal está maldito.
Las personas del lugar aseguran que si el animal los señala con su largo dedo, los marcó para la muerte. Otros creen que si aparece cerca de la aldea traerá mala suerte y desgracias, por lo que deciden matarlos antes de recibir alguna maldición.